Ven Sígueme Salmos 102-150 | ¡Todo lo que respira alabe a JAH!
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(Puedes ver la clase si no estuviste en vivo, en el enlace de arriba)
Resumen de la clase
La última parte de los Salmos en nuestro estudio comprende algunos muy destacados y ricos en su escritura, como el Salmo 119 que expresa gratitud por la palabra de Dios y expresado en 22 estrofas, o el Salmo 127 que declaran que los hijos se deben considerar como preciados regalos de Jehová.
Amor por la palabra de Dios (119)
El salmista ofrece algunos símbolos especiales para mostrar su amor por las escrituras y las bendiciones que emanan de ellas. Los principales son:
1. Salmos 119:14, 72, 127 (riquezas, oro y plata)
2. Salmos 119:24 (consejero)
3. Salmos 119:35 (senda)
4. Salmos 119:54 (cánticos)
5. Salmos 119:103 (más dulces que la miel)
Como escritura broche de toda esta alabanza tenemos el versículo 105:
Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino.
Estos días entonces reflexionemos sobre que tanto amamos las escrituras. Generalmente las frecuencia con que las abrimos para leerlas, muestra nuestro amor y deseo por ellas.
¿Por qué hay letras hebreas en todo Salmos 119?
Este salmo es “un poema acróstico con ocho versículos por cada una de las veintidós letras del alfabeto hebreo… Una letra hebrea y su nombre aparecen arriba de cada segmento de ocho versículos” (Ellis T. Rasmussen, A Latter-day Saint Commentary on the Old Testament, 1993, pág. 455). Cada segmento de ocho versículos del salmo comienza con su correspondiente letra del alfabeto hebreo.
Más Salmos mesiánicos
Destacamos hoy estos salmos que tienen su conexión con la vida del Salvador en el Nuevo Testamento:
Salmo 110:1–4 (véanse Mateo 22:41–45; Hebreos 5:4–10; 6:2)
Salmo 118:22 (véanse Mateo 21:42; Hechos 4:10–11; 1 Pedro 2:7)
Salmo 118:25–26 (véase Mateo 21:9)
La familia, una herencia sagrada
En Salmos 127 se enseña la perspectiva de Jehová sobre tener hijos. El salmista comienza escribiendo sobre nuestra dependencia de Jehová.
Quisiera invitarlos a reflexionar en las 3 expresiones que el salmista usó para referirse a los hijos:
Herencia de Jehová (3), cosa de estima (3), saeta (flecha) en manos del valiente (4).
En esta alabanza, se da la mirada especial hacia los hijos en una familia. Quizás todos hemos escuchado a muchas personas decir que no les importa tener hijos, o que su vida será mucho mejor sin ellos. Pues, Jehová piensa de otra manera y nos ofrece su herencia o legado más sagrado: hijos suyos, siendo también nuestros en este estado terrenal.
El élder Neil L. Andersen dijo:
“Es el privilegio culminante de un esposo y una esposa que pueden tener hijos proporcionar cuerpos mortales para [los] hijos de Dios procreados en espíritu. Creemos en las familias y creemos en los niños.
Cuando a un esposo y a una esposa les nace un hijo, están cumpliendo parte del plan de nuestro Padre Celestial de traer hijos a la tierra…
Las familias son fundamentales en el plan eterno de Dios. Testifico de la gran bendición que son los hijos y de la felicidad que nos traerán en esta vida y en las eternidades” (véase “Niños”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 28, 31).
Consuelo y Alabanzas
Finalmente, tenemos los salmos 102, 103, 116, 146-150 y varios más, que nos animan a reconocer a Jehová como nuestra principal fortaleza, y a alabarle sin cesar. Mi recomendación es que podamos usarlos de mucha inspiración para que nuestras oraciones comiencen a convertirse un poco más en reconocimientos de la grandeza de Dios, poder agradecerle mucho más, y acudir a él como un refugio principal en cualquiera de nuestras tormentas espirituales.
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