Ven Sígueme Isaías 1–12 | Dios es mi salvación
Ven Sígueme Isaías 1–12 | Dios es mi salvación
¿Por qué estudiar Isaías?
Es el profeta más citado por Pedro, Juan, Pablo e incluso Jesús. Además es el profeta más citado en todo El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios. Jesucristo en América dijo: "grandes son las palabras de Isaías" (3 Nefi 23:3). Quizás la parte más importante del libro de Isaías sea el testimonio de él de que Jesús es el Cristo, el Santo de Israel y el Mesías prometido. Durante el estudio del libro nuestro conocimiento sobre Cristo como un Redentor se verá profundizado.
Isaías escribió el libro aproximadamente entre 740 y 701 a. de J.C. Puesto que el ministerio de Isaías se centraba en Jerusalén, ese es el lugar más probable de origen del libro.
Clave para entender la profecía de Isaías
Las profecías de Isaías a menudo tienen varios significados y cumplimientos. Con respecto a las profecías de Isaías, el Presidente Dallin H. Oaks, dijo:
“El libro de Isaías contiene muchas profecías que parecen tener varios cumplimientos. Un cumplimiento parece involucrar a las personas de los días de Isaías o las circunstancias de la siguiente generación. Otro significado, con frecuencia simbólico, parece referirse a los acontecimientos del meridiano de los tiempos, cuando Jerusalén fue destruida y su pueblo dispersado después de la crucifixión del Hijo de Dios. Hay incluso otro significado o cumplimiento de la misma profecía que parece relacionarse con los sucesos pertinentes a la segunda venida del Salvador. El hecho de que muchas de esas profecías pueden tener varios significados destaca la importancia de que procuremos obtener revelación del Espíritu Santo que nos ayude a interpretarlas. Como dice Nefi, las palabras de Isaías ‘…son claras para todos aquellos que son llenos del espíritu de profecía’ (2 Nefi 25:4)” (“Scripture Reading and Revelation”, Ensign, enero de 1995, pág. 8).
Resumen de la clase, capítulos 1 al 12
(1-2) El Señor le mostró a Isaías una visión de la condición apóstata de Israel y mandó al pueblo que se arrepintiera y llegara a ser limpio. Isaías profetizó que la casa del Señor se establecería en los últimos días y que los orgullosos serían humillados en la segunda venida del Salvador.
(3-5) Isaías profetizó sobre las consecuencias, incluso las aflicciones y los juicios, que sufrirían Judá y Jerusalén debido a su corrupción. También profetizó que Jerusalén sería restaurada después de haber sido limpiada, y predijo los eventos que ocurrirían en los últimos días.
(6-9) Isaías vio al Señor y Él lo llamó a ministrar al pueblo de Judá. Isaías le advirtió a Acaz, el rey de Judá, que no hiciera una alianza con Siria e Israel en contra de Asiria. Isaías profetizó la destrucción de los inicuos, el recogimiento de Israel en los últimos días y el poder de Jesucristo para salvar a Su pueblo si se arrepentía.
(10-12) Isaías predijo la destrucción tanto de Asiria como de Babilonia, que puede asemejarse a la destrucción de los inicuos en la Segunda Venida. Profetizó acerca de la restauración de la Iglesia en los últimos días y la función que ésta cumpliría en el recogimiento de Israel.
Ahora un resumen más detallado con referencias recomendadas:
(Puede encontrar 10 claves para entender mejor a Isaías AQUÍ)
La importancia de estudiar los escritos de Isaías
El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó acerca de la importancia de estudiar los escritos de Isaías:
“Si nuestra salvación eterna depende de nuestra habilidad de comprender los escritos de Isaías tan plena y verdaderamente como los entendió Nefi —¡y quién dirá que ese no es el caso!— ¿cómo nos irá en ese gran día cuando junto a Nefi comparezcamos ante el agradable tribunal de Aquel que dijo: ‘…grandes son las palabras de Isaías’? (3 Nefi 23:1)… ¿por qué sabrían Nefi o Isaías algo que no nos es dado a conocer a nosotros? Ese Dios que no hace acepción de personas, ¿no trata a todos sus hijos de igual manera? ¿No nos ha dado su promesa y nos ha detallado los términos y condiciones de su ley, en conformidad con la cual el nos revelará lo que les ha revelado a ellos?” (“Ten Keys to Understanding Isaiah”, Ensign, octubre de 1973, pág. 78).
Isaías 2:2. Cómo comprender los múltiples significados en Isaías: el “monte de la casa de Jehová”
“Dualismo y términos esotéricos. Como a menudo sucede en las declaraciones proféticas, algunos de los escritos de Isaías tienen doble significado; es decir, pueden aplicarse a más de una situación o pueden cumplirse en más de una ocasión. A veces también combina frases de doble significado con términos que iban dirigidos a ciertos grupos y que solamente ellos podían comprender. Tal lenguaje esotérico trae a la mente conceptos religiosos que solamente los que tienen el conocimiento religioso adecuado pueden entender fácilmente sin mayor explicación. Por ejemplo, Isaías 2:2 se refiere al ‘monte de la casa de Jehová’ siendo ‘establecido… como cabeza de los montes’. El presidente Harold B. Lee dijo que la frase ‘monte de la casa de Jehová‘ se refería tanto a ‘un lugar así como también a la definición de un pueblo justo’ (“The Way to Eternal Life”, Ensign, noviembre de 1971, pág.15). El establecimiento del ‘monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes’ se ha cumplido con la llegada de los pioneros para establecer la Iglesia y el templo en la cumbre de los montes en Utah (véase Lee, “The Way to Eternal Life”, pág. 15), y se cumplirá aún más [mediante el templo que se construirá en la Nueva Jerusalén (véase D. y C. 57:1–3) y] al regresar Judá a Jerusalén, donde se edificará la casa del Señor (véase D. y C. 133:13). Se aplica generalmente a aquellos lugares donde el poder y la autoridad de Dios residen y donde Él se comunica con su pueblo. El hecho de que ‘correrán a él todas las naciones’ (Isaías 2:2) se puede referir tanto al recogimiento de los santos en el valle de las montañas de Utah como también a la congregación general de los santos en Sion. El vocablo Sion (vers. 3) también tiene varias aplicaciones. Se refiere a la Nueva Jerusalén en América, a la Jerusalén de Judá, y también al pueblo del Señor o sus lugares de recogimiento en todas partes del mundo...
“Aparentemente Nefi tenía presente esta riqueza de lenguaje y significado cuando habló de la manera de profetizar entre los judíos. Hay una frecuente referencia a la ley de Moisés, un amplio uso de lenguaje figurado y lleno de imágenes, y frases que son tanto de significado doble como esotéricas. Aunque los lectores modernos no pueden entender plenamente la cultura y época del antiguo Israel, el entender las técnicas y los recursos que Isaías empleó para expresar una plenitud de significado puede dar al lector mayor margen de entendimiento de los escritos de Isaías.”
Isaías 2:2–3, 5 ¡Cómo comprender los múltiples significados en Isaías: “…de Sion saldrá la ley”
Durante la dedicación del Centro de Conferencias de Salt Lake City el 8 de octubre de 2000, el presidente Gordon B. Hinckley citó Isaías 2:2–3, 5 y declaró:
“Creo que esa profecía se aplica al histórico y maravilloso Templo de Salt Lake; pero creo que también se relaciona a este magnífico recinto, ya que desde este púlpito la ley de Dios saldrá adelante, junto con la palabra y el testimonio del Señor” (“Este grandioso año milenario”, Liahona, enero de 2001, pág. 82).
Isaías 3:10–11. Las consecuencias de la obediencia y la desobediencia
El élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, reiteró las consecuencias de la obediencia y la desobediencia cuando dijo:
“Observar los mandamientos divinos nos brinda bendiciones, ¡siempre! Quebrantar los mandamientos divinos supone una pérdida de bendiciones, ¡cada vez que los quebrantamos!” (“Manifiesten su fe”, Liahona, mayo de 2014, pág. 30).
Isaías 3:16-24. Los pecados de las hijas de Sion
Aun cuando en Isaías 3:16–24 Isaías se dirige específicamente a “las hijas de Sion”, sus palabras también se aplican a los hombres. Los pecados de las hijas de Sion implicaban inmodestia, que es una actitud de orgullo. Esa actitud soberbia se puede reflejar en la forma en que una persona se comporta y se viste, como cuando hace alarde de su riqueza o su cuerpo físico. La modestia, por el contrario, “…es una actitud de humildad y decencia en la forma de vestir, en tu arreglo personal y en el lenguaje y la conducta. Si es recatado, no tratará de atraer una atención indebida hacia sí mismo, sino que tu deseo será ‘[glorificar]… a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu’ (1 Corintios 6:20; véase también el versículo 19)” (Leales a la fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 119).
Isaías 5:18. Los efectos del pecado
El presidente Harold B. Lee describió al pecado como una carga:
“Si yo les preguntara cuál es la carga más pesada que uno tendría que soportar en esta vida, ¿qué responderían? La carga más pesada que uno tendría que soportar en esta vida es la carga del pecado” (“Stand Ye in Holy Places”, Ensign, julio de 1973, pág. 122).
Isaías 5:20. Llamar “a lo malo… bueno, y a lo bueno, malo”
El Presidente Russell M. Nelson, en calidad de miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó acerca de la manera en que la gente sería influenciada a llamar “a lo malo… bueno, y a lo bueno, malo” en esta época:
“Las campañas políticas y las estrategias de mercadotecnia emplean vastas encuestas de opinión para dar forma a sus planes. Los resultados de las encuestas son informativos, pero ¡difícilmente podrán emplearse como evidencia para justificar la desobediencia a los mandamientos de Dios! Aunque ‘todo el mundo lo haga’, lo que está mal nunca estará bien. La maldad, el error y las tinieblas jamás serán verídicos, aunque sean populares” (“Manifiesten su fe”, Liahona, mayo de 2014, págs. 30–31).
Isaías 5:25 (2 Nefi 15:25). “…su mano está todavía extendida”
La frase “su mano está todavía extendida” puede representar tanto la justicia como la misericordia de Dios: la justicia (destrucción y castigo) para los inicuos y la misericordia para los que se arrepienten, si se vuelven a Dios. A partir del contexto de los versículos que rodean el pasaje, el lector a menudo puede determinar cuál es el significado que el autor quería transmitir.
Isaías 5:26-30. Isaías describe nuestros días
El élder LeGrand Richards, del Cuórum de los Doce Apóstoles, sugirió la manera en que los símbolos que se encuentran en Isaías 5:26–29 pueden comprenderse en relación con el recogimiento de Israel en nuestros días:
"Al determinar cuál sería la época del gran recogimiento, Isaías parece haber señalado que se llevaría a cabo en los días del ferrocarril y del avión... En vista de que no había ni trenes ni aviones en aquella época, Isaías difícilmente podría haberlos mencionado por nombre; no obstante, parece haberlos descrito con palabras inequívocas. A no ser por el tren moderno, ¿de qué forma podrían ser los cascos de ‘sus caballos’ como de pedernal y sus ruedas ‘como torbellino’? A no ser por el rugir del avión, ¿de qué forma podría ser ‘su rugido… como de león’? Los trenes y las aeronaves no se detienen a descansar por la noche, por lo que ¿acaso no se justificaba Isaías al decir que ‘…ninguno se dormirá ni a ninguno le dará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos ni se le romperá la correa de su calzado’? Con estos medios de transporte el Señor realmente puede silbar ‘desde el extremo de la tierra’ para que vengan ‘pronto y velozmente’. En señal de que Isaías seguramente previó el avión, él dijo: ‘¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes y como palomas a sus ventanas?’ (Isaías 60:8)”. (¡Israel! Do You Know?, 1954, pág. 182).
Isaías 7 y 8: La familia de Isaías es un símbolo
Es interesante que tanto el nombre de Isaías, y el de sus dos hijos mencionados, sea a la vez simbólico sobre la obra del Señor con Su pueblo. En la siguiente tabla se señala claramente, según las escrituras Isaías 7:3; 8:1 y 8:18:
Sus nombres representan tres temas que son frecuentes en los escritos de Isaías: (1) la destrucción que enfrentaría el pueblo si persistía en la iniquidad, (2) el recogimiento final de Israel otra vez en la tierra prometida y en el convenio de Dios y (3) el poder de Jesucristo para salvar a Su pueblo.
Isaías 9:12, 17, 21. “…Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida”
Aunque la frase “su mano aún está extendida” puede representar la justicia de Dios que tiene por responsables a los inicuos, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos recuerda la faceta misericordiosa de ese simbolismo:
“A todos ustedes que piensan que están perdidos o sin esperanza, o que piensan que han cometido demasiados pecados graves por demasiado tiempo, a todo aquel que le preocupe que está abandonado… esta conferencia exclama a voces el repetido mensaje de Jehová: ‘[Mi] mano todavía está extendida’ [Isaías 5:25; 9:17, 21]. ‘…Les extenderé mi brazo’, dijo, ‘[aunque] me [negaren]. Sin embargo, si se arrepienten y vienen a mí, seré misericordioso con ellos, porque mi brazo está extendido todo el día, dice el Señor Dios de los Ejércitos’ [2 Nefi 28:32]. Su misericordia perdura para siempre y Su mano todavía está extendida. Su amor es el amor puro de Cristo, la caridad que nunca deja de ser, esa compasión que perdura aun cuando toda otra fuerza desaparezca [véase Moroni 7:46–47].
“Testifico de este Jesús misericordioso que tiende la mano y rescata, que ésta es Su Iglesia redentora, basada en Su amor redentor…” (“De nuevo llegaron profetas a la tierra” Liahona, noviembre de 2006, págs. 106–107).
Isaías 11:1. “…una vara del tronco de Isaí…”
Isaí era el padre del rey David; por lo tanto, la expresión “tronco de Isaí” se refiere a alguien que gobernará como rey sobre Israel. El élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que José Smith fue la vara que vio Isaías:
“¿Estamos equivocados al decir que el profeta que aquí se menciona es José Smith, que recibió el sacerdocio y las llaves del reino y que levantó el estandarte para el recogimiento del pueblo del Señor en nuestra dispensación? ¿Acaso no es él asimismo el ‘siervo en las manos de Cristo, que en parte desciende de Isaí, así como de Efraín, o sea, de la casa de José, a quien se ha dado mucho poder’? (D. y C. 113:4–6).” (citado en Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia: Manual de consulta del maestro, pág. 209).
Isaías 11:1. ¿Quién es el “vástago”?
El élder Bruce R. McConkie,del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que el vástago del que se habla en Isaías 11:1 es Jesucristo (véase The Millennial Messiah: The Second Coming of the Son of Man, 1982, págs. 192–194).
Isaías 11:10. “…estandarte a los pueblos…”
El presidente Joseph Fielding Smith describió el estandarte y su importancia:
“Hace más de 125 años, en el pequeño pueblo de Fayette, Condado de Séneca, Nueva York, el Señor levantó un pendón a las naciones. Fue en cumplimiento de la profecía hecha por el profeta Isaías, y que acabo de leer. Ese pendón fue La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que se estableció por la última vez, para nunca más ser destruida ni dejada a otro pueblo [véase Daniel 2:44]. Fue el acontecimiento más grande que el mundo ha visto desde el día en que el Redentor fue levantado sobre la cruz y efectuó la infinita y eterna Expiación. Tuvo mayor significado para el género humano que cualquier otra cosa que haya acontecido desde ese día…
“Luego que se hubo levantado ese pendón, el Señor envió a sus élderes, investidos con el sacerdocio y con poder y autoridad, entre las naciones de la tierra, dando testimonio a todos los pueblos de la restauración de Su Iglesia, y llamando a los hijos de los hombres a que se arrepintieran y recibieran el Evangelio; porque ahora se estaba predicando en todo el mundo como testimonio antes de que viniera el fin, es decir, el fin del reino de iniquidad y el establecimiento del reino milenario de paz. Los élderes salieron, según se les mandó, y aún están predicando el Evangelio y recogiendo de entre las naciones a los descendientes de Israel, a quienes se hizo la promesa” (véaseDoctrina de Salvación, comp. Bruce R. McConkie, 3 tomos, 1954–1956, tomo III, págs. 254–255; véase también Isaías 5:26).