Primera clase y Feliz Año Nuevo
La clase inicial es un repaso por algunas escrituras del Nuevo Testamento relacionadas con nuestra responsabilidad de aprender.
Puntos principales para analizar
Aceptar el llamado "Ven, Sígueme" del Señor: Es interesante comparar la respuesta de los primero llamados al discípulado (Mateo 4:18-22) versus el joven rico (Mateo 19:16-22). Mientras que Pedro, Andrés, Santiago y Juan, abandonaron sus cosas al instante, el joven en cambio se entristeció de lo que tenía que sacrificar.
Aprender por mí mismo: El proceso de revelación y el estudio de lo revelado, son fundamentales para aprender doctrina, principios, e incluso normas del Reino de Dios en la tierra (Lucas 11:9-13). Las siguientes 2 escrituras ponen de manifiesto estas dos vertientes.
La revelación
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada (Santiago 1:5).
El Padre Celestial escucha y contesta tus oraciones. Sus respuestas vienen a Su propio tiempo y se reciben de varias formas; por ejemplo, a través de las circunstancias de tu vida, mediante los actos de bondad de los demás, o bien por medio de la voz apacible y delicada del Espíritu Santo. A continuación figuran algunas formas en las que puedes prepararte para recibir la guía del Espíritu (véase “Revelación”, Leales a la fe, 2004, págs. 158–162):
Ora pidiendo guía.
Sé reverente.
Sé humilde.
Guarda los mandamientos.
Toma la Santa Cena dignamente.
Estudia a diario las Escrituras.
Dedica tiempo para meditar.
Cuando busques guía específica, estudia el asunto en tu mente.
Busca con paciencia la voluntad de Dios.
El estudio
Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí (Juan 5:39).
Prestar atención al llamado
Al contemplar el profundo significado de la expresión “Ven, sígueme”, es evidente que tenemos mucho que aprender y mucho que hacer antes de poder responder totalmente a ese mandato. Es interesante notar, sin embargo, que en los primeros treinta años de Su vida en Nazaret, evidentemente Jesús despertó poca atención en la gente, a pesar de llevar una vida sin pecado (véase Mateo 13:54–56; Marcos 6:2–3). Eso debe instarnos a mejorar nuestras acciones de manera discreta y humilde, y sin llamar la atención. La admonición “Ven, sígueme” y la pregunta “¿Qué haría Jesús?” son importantes pautas para la vida cotidiana, y el prestarles más atención nos ayudará a volvernos más parecidos a Cristo en nuestros pensamientos y acciones (Élder Parmley).
Y... finalmente, les deseo un año 2023 con muchas bendiciones. Que nuestro estudio del Nuevo Testamento realmente nos acerque más a la personalidad de Jesucristo. Que cuando estemos a las puertas de 2024, podamos notar el cambio habiéndonos elevado a un caracter más cristiano.
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