Mateo 13; Lucas 8; 13 | El que tiene oídos para oír, oiga
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Resumen de la clase
Sembradores y segadores, semillas de mostaza y levadura, tesoros y perlas son algunos de los símbolos que utilizó Jesucristo cuando enseñaba con parábolas. “El que tiene oídos para oír, oiga” (Mateo 13:9, 43), invitó el Salvador.
Jesús enseñó una parábola sobre un hombre que sembraba semillas. Estas semillas cayeron en diferentes tipos de terreno, lo que produjo diferentes resultados. Del mismo modo, aquellos que escuchan la palabra de Dios la reciben de diferentes maneras.
El Salvador utilizó una parábola de un campo de trigo y cizaña (hierba venenosa) para enseñar que los justos serán recogidos y los inicuos serán quemados antes de Su regreso.
Mucho de lo que se encuntra en estos capítulos ya se ha visto en clases pasadas por lo que nos enfocaremos mayormente en Mateo 13 y sus parábolas.
¿Por qué Jesucristo enseñó con parábolas?
“La parábola transmite al oyente la verdad religiosa exactamente en proporción a su fe e inteligencia; para quienes carecen de entendimiento e inspiración se trata de una mera historia, ‘viendo no ven’, mientras que para las personas instruidas y espirituales revela los misterios o secretos del Reino de los Cielos. Así es que la parábola exhibe la condición de todo conocimiento verdadero: solo el que busca encuentra” (Bible Dictionary, “ Parables ”).
¿Por qué es importante buscar el significado en las parábolas y en nuestras experiencias?
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
… [D]ebemos buscar las lecciones y advertencias en los acontecimientos sencillos de la vida cotidiana. A medida que busquemos una mente y un corazón receptivos para recibir guía celestial por el poder del Espíritu Santo, entonces algunas de las mejores instrucciones que podamos recibir y muchas de las advertencias más potentes que puedan protegernos surgirán de nuestras propias experiencias cotidianas. En las Escrituras, así como en nuestra vida diaria, encontramos poderosas parábolas.
(David A. Bednar, “Continuamente prontos para orar”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 34)
¿Qué nos enseñan las parábolas de Mateo 13 en cuanto a los últimos días?
El profeta José Smith (1805–1844) enseñó que las parábolas del Salvador en Mateo 13 nos ayudan a comprender el recogimiento de las personas en la Iglesia durante la época del Nuevo Testamento y también en los últimos días: “Las palabras del Salvador, registradas en el capítulo 13 de Su Evangelio según San Mateo […], en mi opinión nos ofrecen un entendimiento del importante tema del recogimiento tan claro como cualquier otra cosa registrada en la Biblia” (“To the Elders of the Church of the Latter Day Saints”, Latter Day Saints’ Messenger and Advocate, diciembre de 1835, tomo II, pág. 225; ortografía, uso de mayúsculas y puntuación modernizados).
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, dio un mensaje sobre la parábola del sembrador en la conferencia general. Las respuestas a las siguientes preguntas están basadas en sus explicaciones.
¿Qué representan las semillas que “cay[eron] junto al camino”? (véase Mateo 13:4, 19)
… [L]as semillas que “cay[eron] junto al camino” ( Marcos 4:4) no han alcanzado el terreno mortal donde pueden crecer; son como las enseñanzas que caen en un corazón endurecido o sin preparación.
(Véase Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 32)
¿Qué podría causar que el corazón de alguien se encuentre en “pedregales”? (véase Mateo 13:5, 20–21)
Jóvenes […], aquí tienen un ejemplo específico. Si cuando se reparten los emblemas de la Santa Cena ustedes están enviando textos, cuchicheando, jugando a videojuegos o haciendo cualquier otra cosa para negarse a ustedes mismos la nutrición espiritual esencial, estarán cortando sus raíces espirituales y colocándose en un terreno pedregoso.
(Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 33)
¿Cómo podríamos reconocer los “espinos” de la vida? (véase Mateo 13:7, 22)
Nos rendimos a los “placeres de esta vida” [ Lucas 8:14 ] (1) cuando nos volvemos adictos, lo cual afecta al preciado y divino don del albedrío; (2) cuando nos seducen las distracciones triviales, lo cual nos aleja de lo que tiene importancia eterna; y (3) cuando adoptamos la mentalidad de tener derecho a todo, lo cual afecta al crecimiento personal necesario a fin de calificar para nuestro destino eterno.
Nos superan “los afanes […] de esta vida” [ Lucas 8:14 ] cuando nos paraliza el miedo al futuro, lo cual obstaculiza nuestro avance con fe, confiando en Dios y en Sus promesas.
(Véase Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, págs. 34–35)
¿Qué se necesita para producir fruto en “buena tierra”? (véase Mateo 13:8, 23)
… Tenemos la semilla de la palabra del Evangelio y depende de cada uno de nosotros el establecer las prioridades y el hacer aquello que cause que la tierra sea buena y la cosecha abundante. Debemos procurar estar firmemente arraigados en el evangelio de Jesucristo y convertidos a él (véase Colosenses 2:6–7). Logramos esa conversión al orar, al leer las Escrituras, al prestar servicio y al participar de la Santa Cena con regularidad para tener siempre Su Espíritu con nosotros.
(Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 35)
¿Por qué desea el Señor recoger a Su pueblo?
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
El Señor congrega a Su pueblo cuando las personas ejercen fe en Él y guardan Sus mandamientos […].
El Señor congrega a Su pueblo para adorar, para edificar la Iglesia, para defensa y para recibir consejo e instrucción […].
El profeta José Smith declaró que, en todas las edades, el propósito divino de la congregación es edificar templos a fin de que los hijos del Señor puedan recibir las más altas ordenanzas y alcanzar así la vida eterna.
(David A. Bednar, “The Spirit and Purposes of Gathering” [devocional en la Universidad Brigham Young–Idaho, 31 de octubre de 2006], byui.edu)
¿Cuáles son los graneros en donde los justos serán recogidos para que estén seguros?
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
… En el Libro de Mormón se recalca esta relación esencial que existe entre el principio del recogimiento y la edificación de templos:
“He aquí, el campo estaba maduro, y benditos sois vosotros, porque metisteis la hoz y segasteis con vuestro poder; sí, trabajasteis todo el día; ¡y he aquí el número de vuestras gavillas! Y serán recogidas en los graneros para que no se desperdicien” ( Alma 26:5).
Las gavillas de esta analogía representan a los miembros de la Iglesia recién bautizados; los graneros son los santos templos.
(Véase David A. Bednar, “Honorablemente [retener] un nombre y una posición”, Liahona, mayo de 2009, pág. 97)
ANUNCIO: La clase de hoy lunes 20 de marzo, así como las del 27 de marzo y 3 de abril, no serán dadas en video, sino sólo se compartirá un resumen en texto, como este. Desde el 10 de Abril, se reanudarán las clases en video. Siempre toda información en ClaseVenSigueme.com
Hermano Hernán gracias por su clase la estamos respirando ansiosamente para leerla estudiarla porque yo con cierta deficiencia de salud no puedo ir a la iglesia Gracias hermano Dios lo bendiga