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Resumen de la clase
El Salvador testificó que podemos conocer mejor al Padre Celestial al estudiar el ejemplo de Su Hijo. Todo lo que Jesucristo dijo e hizo siguió el ejemplo de Su Padre y tenía el objetivo de traernos más plenamente al Padre.
Durante Su ministerio, el Salvador enseñó la ley mayor del Evangelio y sanó a los enfermos. Mientras las presiones contra el Salvador y Sus enseñanzas aumentaban, Él denunció la maldad y les prometió descanso a todos los que vinieran a Él.
Después de escuchar a Jesús orar, “uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11:1). Jesús respondió con enseñanzas esclarecedoras que pueden ayudarnos a fortalecer nuestra conexión con el Padre Celestial a través de la oración.
Mateo 11:27 ¿De qué manera el llegar a conocer al Padre Celestial puede influir en mí?
El profeta José Smith (1805–1844) enseñó:
Si un[a persona] no aprende más que a comer, a beber y a dormir, y no comprende ninguno de los designios de Dios, el animal hace las mismas cosas: come, bebe, duerme y no sabe más acerca de Dios; sin embargo, sabe tanto como nosotros, a menos que podamos comprender mediante la inspiración del Dios Todopoderoso. Si los hombres no comprenden la naturaleza de Dios, no se comprenden a sí mismos.
(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 42)
Mateo 11:28-30 La carga en un yugo desigual correcto
El élder Edward Dube, de los Setenta, relató la siguiente experiencia:
En diciembre de 2015 en Madziva, Zimbabue, Naume [mi esposa] y yo vimos a un hombre arando su campo con una yunta de dos bueyes. Me sorprendió ver que uno de los animales era un buey grande y el otro era un bovino pequeño. Me quedé perplejo. Me pregunté en voz alta: “¿Por qué un granjero araría con dos animales desiguales en el yugo?”.
La madre de Naume, que estaba cerca, señaló el yugo. Miré más de cerca y vi coyundas [cuerdas o cadenas] que conectaban el yugo al buey. El buey grande tiraba todo el peso y el buey pequeñito estaba siendo domado, aprendiendo cómo arar.
(Edward Dube, “Learn of Me”, Liahona, octubre de 2020, Páginas locales de África Sureste, LaIglesiadeJesucristo.org).
Un relato que nos recuerda que aunque este yugo sea desigual, es totalmente correcto, sugerido y ncesario. Pues, aprendemos del experto, del maestro y por supuesto de la fuente de quien tiene el poder de aliviar las cargas,
¿Cómo nos ayuda Jesucristo cuando venimos a Él?
El élder John A. McCune, de los Setenta, explicó algunas de las bendiciones que podemos recibir cuando venimos a Jesucristo.
… Al aceptar la invitación del Salvador de “[v]enid a mí”, Él proveerá el apoyo, el consuelo y la paz que son necesarios, tal como lo hizo con Nefi y con José. Aun en nuestras mayores pruebas, podemos sentir el cálido abrazo de Su amor al confiar en Él y aceptar Su voluntad.
(John A. McCune, “Venir a Cristo: Vivir como Santos de los Últimos Días”, Liahona, mayo de 2020, pág. 36)
Lucas 11 ¿Qué pasa si siento que mis oraciones no están recibiendo respuestas?
El élder J. Devn Cornish, de los Setenta, enseñó:
A veces nos da la impresión de que no recibimos respuesta a nuestras oraciones sinceras e intensas. Se requiere fe para recordar que el Señor contesta a Su tiempo y a Su manera, a fin de bendecirnos de la mejor manera. También, al meditar más en ello, muchas veces nos daremos cuenta de que ya sabíamos muy bien lo que debíamos hacer.
Por favor no se desanimen si esto no da resultado de inmediato. Al igual que para aprender otro idioma, se requiere práctica y empeño. Sin embargo, quiero que sepan que pueden aprender el lenguaje del Espíritu; y cuando lo hagan, les dará gran fe y poder en rectitud.
(J. Devn Cornish, “El privilegio de la oración”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 103)
¿Qué pasa si no me siento digno de orar?
El élder J. Devn Cornish, de los Setenta, enseñó:
Existe el riesgo de que alguien piense que no es lo suficientemente digno para orar. Esa idea proviene del espíritu maligno, que es el que nos enseña a no orar (véase 2 Nefi 32:8). ¡Es igual de trágico que pensemos que somos demasiado pecadores para orar, como lo es para la persona sumamente enferma creer que está demasiado enferma para acudir al médico!
(J. Devn Cornish, “El privilegio de la oración”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 103)
Anuncio: Hasta la segunda semana de abril, las clases en vídeo no serán dadas, en su lugar sólo se subirá un video con el enlace a un resumen como este, que podrá ser leído con los puntos principales. Además, las trivias saldrán el último día de cada mes, con respecto a las clases de todo el mes. Esperamos que todos puedan estar atentos como siempre.